Hacer turismo en Egipto conlleva visitar catacumbas, necrópolis y pirámides ubicadas en mitad del desierto y que nos trasladan a épocas pasadas. Sin embargo, muchas ciudades del antiguo imperio egipcio siguen en pie como lo son El Cairo, Alejandría y Luxor.


Índice de Contenidos

  1. 1. El Templo de Luxor
  2. 2. El Templo de Karnak
  3. 3. El Templo de Hatshepsut
  4. 4. El Templo funerario de Ramses: Medinet Habu

En estas tres ciudades es muy habitual encontrar ruinas y monumentos frecuentados por los turistas durante sus descansos de las expediciones en el desierto. Luxor, en concreto, es hogar de antiquísimos templos construidos cuando era la capital del reino y la ciudad llevaba el nombre de Tebas. Si te preguntas qué templos ver en Luxor, te contamos las paradas imprescindibles durante tu visita a Egipto.

 

 

El Templo de Luxor

Este templo llego a medir más de 260 metros de largo y 50 de ancho. Sin embargo, desde su construcción entre las dinastías XVIII y XIX del nuevo reino ha sido dañado y reconstruido múltiples veces por los faraones y gobernantes de la ciudad.

Esto se debe a que el faraón Akenatón llegó incluso a boicotear su construcción, pero que, por suerte, finalmente se reanudó. Durante la invasión persa, Tebas fue abandonada como capital del imperio con lo que el mantenimiento del templo fue decayendo y sufrió varios altercados vandálicos.

Más tarde, en el periodo romano, el templo fue reacondicionado para favorecer un estilo más greco-latino, enterrando las obras dedicadas a las deidades egipcias originales. Años después fue utilizado para guarecer a una de las legiones transformándose en una fortaleza, utilizando la piedra de uno de los colosos para reforzar las puertas.

Finalmente se utilizó por el cristianismo romano hasta los tiempos de la conquista musulmana. Actualmente su interés turístico como ruinas de una antigua civilización se combina con la realización de diversas prácticas religiosas.

Este templo se encuentra en el centro de la ciudad y está abierto desde las 6.00 horas am hasta las 10.00 horas pm y su entrada tiene un precio aproximado de ocho euros. En su interior podremos ver un obelisco de 25 metros y obras de arte dedicadas a las luchas del faraón Ramsés II contra sus enemigos.

Además, sobre el templo se encuentra la mezquita de Abu el Haggag, que fue construida sobre las ruinas del templo en el siglo XIII. La altura a la que se encuentra el suelo de la mezquita permite valorar hasta qué punto el templo ha sido excavado.

 

 

El Templo de Karnak

Unido al templo de Luxor por la avenida de las esfinges, es el templo más grande del antiguo imperio y uno de los dos más grandes del mundo, ya que comparte junto a Angkor Wat este récord. Esta edificación tiene unas dimensiones de tal envergadura que su construcción duró desde 2200 a.C hasta el 360 a.C.

Fue originalmente consagrado al dios Amón, sin embargo, las ampliaciones que fueron sucediendo su construcción convirtieron al conjunto de templos de Karnak en el principal centro religioso del antiguo imperio egipcio.

En el interior del recinto, se encuentran los templos de Montu el dios solar y de la guerra; Mut diosa del origen de todo y esposa de Amón; Jonsu, el dios de la luna; Opet la madre de Osiris y el dios Ptah, dios de la construcción y señor de la magia.

Este templo se encuentra abierto al público desde las 6:30 horas a.m. y cierra a las 5:30 horas pm. Su entrada tiene un precio aproximado de ocho euros para adultos y de cuatro euros para los niños. Durante la noche también es posible visitar las inmediaciones del templo para disfrutar de un impresionante espectáculo de luces y sonido.

 

 

El Templo de Hatshepsut

Hatshepsut es considerada la primera mujer faraona del antiguo imperio. Este templo es accesible si utilizas el tren eléctrico de Taftaf hasta su entrada por un precio aproximado de menos de medio euro. Alternativamente, puedes llegar en una barca, que en un trayecto de diez minutos cruzará el rio Nilo desde el templo de Luxor. Esta opción Tiene casi el mismo precio que el viaje en tren y dura unos diez minutos.

Esta edificación religiosa es considerada única en su tipo por su forma y por ser un templo funerario dedicado a una faraona egipcia. Ubicado en el complejo arqueológico Dei el Bahari ‘el convento del norte’, el templo ‘Djser-Djeseru’ o ‘el sublime de los sublimes’ es uno de los destinos principales en la visita al cercano valle de los reyes.

En las paredes de este templo se puede encontrar relieves muy bien conservados que narran la historia del nacimiento de Hastshepsut. Además, se pueden encontrar obras que detallan cómo era el comercio con un país ubicado en la actual Eritrea desde donde los egipcios vendían productos de lujo.

 

 

El Templo funerario de Ramses: Medinet Habu

Este es uno de los santuarios egipcios mejor preservados de la actualidad, ya que sus pilones y paredes contienen aún jeroglíficos y pilones tallados que conservan algunos de sus colores originales.

Este templo está dedicado a Ramsés III y es uno de los templos, que, a pesar de su conservación, no suele ser muy visitado por los turistas. Por ello, es uno de los mejores lugares para tomar algunas fotos frente a los imponentes pilones que cuentan la historia de cómo Ramsés III venció a los pueblos del mar antes de su invasión a Egipto.

El horario de apertura es de las 6.00 horas a.m. hasta las 5.0 horas p.m. y se encuentra a unos seis kilómetros del Valle de los Reyes. El precio de entrada es de unos cinco euros y estamos seguros de que una de las piezas que más te sorprenderá es un templete dedicado a Amón, construido por la faraona Hatshepsut.

Este lugar llegó a pertenecer a un complejo funerario ahora inexistente que fue en su momento el más grande de todo Egipto, incluso si nos lo comparamos con estándares actuales, solo sobreviven los colosos del Memnón al sur.